Un grado es la distancia que hay entre dos parientes, que puede ser en línea recta (padres, hijos, nietos) o colateral (hermanos, tíos, sobrinos, primos, etcétera).

Cuando hablamos de parientes de uno u otro grado nos estamos refiriendo a la proximidad de parentesco con referencia a una persona. No será lo mismo un hermano que un hijo de un hermano (sobrino), ni un tío que el hijo del tío (primo).

En principio, las herencias pagan más cuanto más lejano sea el pariente y tienen más reducciones las herencias más cercanas (hijos, cónyuges, etcétera).

Cada generación forma un grado y la serie de grados forma la línea, que será recta o colateral.

  1. La línea recta está formada por los parientes que descienden o ascienden unos de otros (abuelos, hijos, nietos). Los grados se cuentan por el número de personas que componen la línea:

Padre (ascendiente de primer grado)

I

Fallecido (causante)

l

Hijo (descendiente de primer grado)

l

Nieto (descendiente de segundo grado)

 

  1. La línea colateral está formada por los parientes que no descienden unos de otros (hermanos, primos, etcétera).

Para su cálculo se debe contar los grados en línea ascendente hasta llegar al tronco común y luego bajar por la línea descendente.

Así tenemos que, fallecido el causante, su padre será ascendiente de primer grado, su abuelo, de segundo. Su tío será colateral de tercer grado (tenemos que subir al tronco común, que serán dos grados —hasta el abuelo— y luego bajar un grado). El hijo del tío —el primo— sería colateral de cuarto grado y se equipararía a un extraño (sin vínculo familiar). El hermano del fallecido sería colateral de segundo grado.